"San Manuel Bueno, Mártir" es una novela breve considerada por crítica y lectores como la cima de la narrativa unamuniana.
Publicada en 1931, la obra plantea una de las preocupaciones capitales del autor, la existencia de Dios, a través de la figura de un sacerdote que ha perdido la fe, pero es capaz de fingirla e incluso alcanzar fama de santo para proteger la inocente creencia de sus feligreses, para quienes la fe religiosa equivale a la paz.
La fuerza del conflicto central (encarnación de lo que en el siglo XX se llamaría la duda existencial, el silencio de Dios o la pérdida de la fe) favorece la vigencia del libro, donde aparece también una amorosa, y muy actual, atención al paisaje, dispuesto todo ello con gran sencillez compositiva.