La problemática social y estética del fin de siglo, característica de la vanguardia vienesa, se refleja y estalla en la obra poética de Trakl. En sus poesías concentró la belleza de imagen y sonido en una nueva realidad significativa, surgida de la inmersión en la interioridad y en la explosiva soledad del subconsciente. En su extrañamiento de la sociedad, realizó la trágica paradoja de defenderse como individuo en el lenguaje a través de la ruina del mismo, única garantía de la autenticidad del poeta.