Céfalo y Pocris fue escrita por Calderón para Felipe IV. Se estrenó en los escenarios del Buen Retiro de Madrid para Carnestolendas, en 1660.
Calderón aprovecha el tema mitológico ovidiano, parodiando aquí el mito griego de Céfalo y Pocris, y lo traslada al ambiente caballeresco.
Céfalo y Pocris es la única comedia burlesca de Calderón en cuyo texto, lleno pirotécnica verbal barroca, se burla de sí mismo, de la Corte y sus personajes a través de una fábula enloquecida.